¡Ésta es mi primera entrada en el blog!, he de ser franca con ustedes, soy nueva en ésto de compartir mis palabras con "todo el mundo", pero lo voy a intentar...
Y llegamos a éste punto; Manuel y yo acabamos de decidir jugarnos el todo por el todo y creo que a mi me costó mas trabajo que a él, sin embargo, me siento contenta y decidida a empezar la aventura que acaba de comenzar.
Tengo que aceptar que hay muchos lazos que me atan a México, ¡mi México lindo y querido! pero hasta éste momento no ha habido un sólo minuto en el que no piense que nuestras vidas serían mejores si no estuviéramos aquí. Triste, ¿no?
Yo quiero una familia, los dos queremos una familia, queremos que nuestros hijos salgan a jugar a las calles sin peligro de ser secuestrados o molestados por algún tipo de "pandillero"; queremos salir a caminar bajo las nubes y el atardecer sin temor de ser rozados, o peor aún, heridos por alguna bala... Tal vez mis palabras suenen fuertes y crudas, pero en este momento no encuentro otra manera de ver a mi país. Y no puedo evitar sentir un nudo en la garganta cada vez que observo a mi alrededor y veo que "mi México" ya no es el mismo de antes y no, ésto no es lo que quiero para mis hijos.
Puede ser que algunos de ustedes sientan lo mismo que yo y ésta sea la razón para salir de aquí casi casi corriendo, pero creo que antes de cambiar de país por sobrevivir, hay que pensar en cambiar de país para vivir... Para buscar tranquilidad... Para ser felices...
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